Debe de evitarse, tanto porque es luz que ilumina más de lo que debería (se derrocha), como porque supone una intromisión en el derecho a tener el ambiente luminoso que uno desea.
El problema es aún mayor si se utilizan lámparas LED blancas, que tienen una alta proporción de luz azul encubierta; el esparcimiento es mayor y, por tanto, lo es su capacidad de intrusión.
Aquí van unos ejemplos cotidianos:
Tapando la ventana para poder dormir
Farolas esféricas iluminan toda la fachada. La luz pública debe de iluminar solo las zonas comunes
El foco (con mucho azul) ilumina casa y parcela, pero nos ilumina también a nosotros y al cielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario