martes, 4 de marzo de 2014

Aviso de un cierre anunciado

Pubicado en El Almería. 2 de Marzo de 2014



La firma del convenio en mayo del 2013, entre el CSIC y la Sociedad Max Planck, supuso un claro aviso de lo que podía ser el cierre programado y progresivo del Observatorio de Calar Alto.

Sucesivamente, se produjeron una defensa triunfalista de los recortes firmados por parte de algún diputado nacional, y la simbólica defensa del futuro del observatorio realizada por el Parlamento de Andalucía. Y es ante el riesgo de la desaparición de esta instalación singular, que un grupo de personas deciden dar un paso adelante y crear la "Asociación de Amigos del Observatorio Astronómico de Calar Alto".

El objetivo primordial con el que nace nuestra asociación es difundir y divulgar la aportación científica que el observatorio realiza y ha realizado en el pasado, como un centro de referencia en astronomía. Y, como una consecuencia natural, queremos también potenciar la cultura científica, y defender el cielo (el diurno y el nocturno), como un recurso para el ocio y para el turismo científico.

Tenemos también el interés de mantener la implicación  del observatorio con el entorno de la Sierra de los Filabres. Y es por ello que los alcaldes de Gérgal, Serón y Bacares son, los tres, vicepresidentes de nuestra asociación.

Nos presentamos en sociedad en diciembre del 2013, y con la presencia de representantes políticos que hicieron, una vez más, un apoyo simbólico. En ese acto, propusimos la Presidencia de Honor al profesor Teodoro Vives, que fue codirector del observatorio durante más de veinte años y una figura clave en la astronomía de nuestro país. Aceptó generosamente. Hace unos días que el profesor Vives falleció, y estamos seguros que estaba en su ánimo la decepción por el abandono al que se ve sometido este centro al que dedicó todos estos años.

Desde un punto de vista académico y de divulgación, el papel de Teodoro Vives ha sido muy importante. Su influencia directa sobre algunos profesores del entonces Colegio Universitario de Almería, condujo a que en el plan de estudios de Ciencias Matemáticas se impartiesen dos asignaturas ("Astronomía" y "Astrofísica") que han sido cursadas por una gran cantidad de alumnos. Y también esta relación condujo a la existencia de la "Semana de Astronomía" que llegó, bajo la cobertura de la Facultad de Ciencias Experimentales, durante ocho años, a divulgar los aspectos más relevantes de esta ciencia a la sociedad almeriense. Algunos miembros de la asociación hemos retomado esta iniciativa, y este año se celebrará la edición XI de esta "Semana", a finales de mayo y que será, cómo no, un homenaje a su persona.

La repercusión de la actividad del observatorio en nuestra sociedad no ha sido tan intensa como en el caso de otros observatorios. Sin preguntarnos ahora por los motivos por los que esto ha sido así, hay algunos aspectos destacables, como que ya desde el principio se crearan puestos de trabajo para personas de la zona.

También se abrió a las visitas concertadas; hay muchos alumnos de colegios e institutos que han visitado las instalaciones a lo largo de todos estos años, asombrados por el despliegue tecnológico que representan los telescopios de estos tamaños, sembrándose de preguntas y de interés por la ciencia.

Pero hay muchos otros aspectos, que se podrían considerar intangibles, en los que el observatorio ha repercutido en la provincia... Como se suele decir coloquialmente, puso a Almería en el mapa de la astronomía europea y planetaria. Y es, sobre todo, porque el cielo de Calar Alto es de una extraordinaria calidad fotométrica, comparable al de otros observatorios de referencia mundial, que están situados en mucho mayores alturas y con mucho mayores dificultades de acceso.
El entorno se encuentra incluido en la ley de protección del cielo; esto supone un ahorro económico importante en la iluminación en la zona, pero también le da un enorme atractivo como lugar donde poder observar un cielo que está vedado a los habitantes de las ciudades.

Esta zona de los Filabres, influida por la presencia del observatorio, es un reducto de calidad de vida natural, en la que hay una flora y una fauna que están pasivamente protegidas por esta presencia, y que enriquecen al entorno como un lugar de ocio y de disfrute para todos aquellos que lo visiten.

Son cientos los astrónomos españoles y extranjeros que han trabajado en el Observatorio de Calar Alto, que han contemplado su cielo magnífico y que, una vez terminada su tarea diaria, han paseado por las sendas de esa sierra, han callejeado por sus pueblos, se han hospedado en sus hoteles, tapeado en sus bares, y han conocido la hospitalidad de esta tierra y divulgado sus virtudes.

¿Estamos dispuestos a perder todo esto?.


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